Creerse omnipresente, omnisciente y omnipotente es el mal de muchos. Aquellos que se creen, así superiores, se tornan pequeñitos, ignorantes. El reconocer las faltas, los errores, lo ignorado e intentar mejorarlo es lo que nos torna seres inteligentes y grandes. Especialmente seres espirituales y piadosos porque la inteligencia nos permite ver al otro como un par.
Muchos que conozco tendrían que usar una kipá, aunque no sean Judíos, ese pequeño gorrito que usan quienes profezan el Judaísmo representa la humildad con la que hay que vivir; nos recuerda que no somos eternos ni infinitos, ni superiores a otros. Nos señala permanentemente que por encima nuestro está Dios y qué pequeños pero valiosos somos. Que tenemos límites, no podemos actuar en la vida atropellando, menospreciando al prójimo.
Nunca te creas mas que alguien
nunca te creas menos que nadie
nunca te creas mas que Dios
SE FELIZ
ANA DE SANTIS