Un Angel del Cielo, por Orden Suprema
deja un día su etérea figura divina
y adoptando cuerpo terrenal, se manifiesta entre nosotros
mezclándose, moviéndose, vibrando, jugueteando.
Desparramando su ayuda, su entrega
su vitalidad, su sabiduría, logra que el equilibrio de la Vida
se mantenga armónico.
Con sus alas invisibles nos envolverá cuando nuestra desesperación
o nuestra tristeza nos embarguen.
Llegará, siempre llega, de la nada.
Surge desde donde menos lo esperamos y en la figura más imprevisible.
Y nos salva.
Nos redime.
Nos brinda la mano amiga que nos permite subir la Escalera de la Vida.
Pero solo se va a presentar, si nuestro Espíritu se mantiene
lo más transparente posible, a lo sumo Opaca.
Pero nunca se materializará en gente de Espíritu Oscuro.
Nos cala con su Luz, purificándonos el Espíritu,
liberándonos de las ataduras terrenas de frustración, tristezas, angustias.
Elevándonos esencialmente
Y nos liberará
Nos curará.
Volvemos así a percibir la felicidad, el amor, la paz invadiendo cada rincón de nuestro Cuerpo
Y El habrá cumplido así su misión
Tendremos así la oportunidad de agradecerle, de sonreírle
y tratar de emular en un mínimo posible
su vocación de servicio y ayuda desinteresada para perpetuarnos.
Y nosotros volveremos a ser lo que debemos ser: felices, plenos y armoniosos.
Busquen su Angel.
Llámenlo desde el Corazón.
El tiene la misión de ayudarnos.
Convoquenlo desde la más profunda sinceridad y amor.
Gratifíquense con su presencia.
Agradezcan su asistencia.
El estará.
Les puedo asegurar que estará.
SEAN FELICES
ANA DE SANTIS
deja un día su etérea figura divina
y adoptando cuerpo terrenal, se manifiesta entre nosotros
mezclándose, moviéndose, vibrando, jugueteando.
Desparramando su ayuda, su entrega
su vitalidad, su sabiduría, logra que el equilibrio de la Vida
se mantenga armónico.
Con sus alas invisibles nos envolverá cuando nuestra desesperación
o nuestra tristeza nos embarguen.
Llegará, siempre llega, de la nada.
Surge desde donde menos lo esperamos y en la figura más imprevisible.
Y nos salva.
Nos redime.
Nos brinda la mano amiga que nos permite subir la Escalera de la Vida.
Pero solo se va a presentar, si nuestro Espíritu se mantiene
lo más transparente posible, a lo sumo Opaca.
Pero nunca se materializará en gente de Espíritu Oscuro.
Nos cala con su Luz, purificándonos el Espíritu,
liberándonos de las ataduras terrenas de frustración, tristezas, angustias.
Elevándonos esencialmente
Y nos liberará
Nos curará.
Volvemos así a percibir la felicidad, el amor, la paz invadiendo cada rincón de nuestro Cuerpo
Y El habrá cumplido así su misión
Tendremos así la oportunidad de agradecerle, de sonreírle
y tratar de emular en un mínimo posible
su vocación de servicio y ayuda desinteresada para perpetuarnos.
Y nosotros volveremos a ser lo que debemos ser: felices, plenos y armoniosos.
Busquen su Angel.
Llámenlo desde el Corazón.
El tiene la misión de ayudarnos.
Convoquenlo desde la más profunda sinceridad y amor.
Gratifíquense con su presencia.
Agradezcan su asistencia.
El estará.
Les puedo asegurar que estará.
SEAN FELICES
ANA DE SANTIS